Las gestantes en general, y especialmente las embarazadas con diabetes pregestacional (DG) y con diabetes gestacional (DPG), constituyen un grupo de población con riesgos específicos frente a la pandemia de coronavirus, por lo que deben protegerse de manera especial para evitar la infección que causa la COVID-19 y sus consecuencias.
Así lo exponen las doctoras Mercedes Codina (endocrinóloga), María Goya (obstetra) y Rosa Corcoy (endocrinóloga), en representación del GEDE, Grupo de ‘Diabetes y Embarazo’ de la Sociedad Española de Diabetes (SED) y de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). Por lo tanto, según recomiendan, “las mujeres embarazadas, y más aún se presentan diabetes pregestacional o gestacional, deben utilizar las medidas de protección personal (EPIs) y deben permanecer en casa, así como acudir a los centros sanitarios suficientemente protegidas y el menor número de veces que permita mantener un control metabólico y obstétrico adecuado”.
Además, el grupo GEDE señala un problema adicional que se ha generado en el manejo de la diabetes con motivo de la expansión e impacto clínico del coronavirus y la consiguiente saturación de la atención sanitaria. Según exponen, “esta pandemia ha sobrecargado hospitales y centros de Atención Primaria, que se han centrado en atender pacientes urgentes; de esta forma, algunos médicos que atendían las gestantes con diabetes se dedican a tratar pacientes ingresados por COVID-19”. De igual forma, la saturación de pruebas de los laboratorios para afrontar el coronavirus “podría estar dificultando hacer sobrecargas de glucosa para el diagnóstico de la diabetes gestacional”, indica Rosa Corcoy.
Recomendaciones a seguir
Teniendo en cuenta esta realidad, los miembros del GEDE, tras revisar la evidencia disponible en estos momentos, han elaborado una serie de recomendaciones para el manejo de las gestantes con diabetes que tiene en cuenta todos estos aspectos. Al elaborar las recomendaciones, como indica la Dra. Mercedes Codina, “nuestras prioridades han sido: la seguridad de las gestantes, conseguir un tratamiento óptimo de la gestación tanto con DP como con DG, reduciendo visitas presenciales y simplificando el diagnóstico de la diabetes gestacional si no es posible hacer curvas de glucemia”.
Las recomendaciones que se hacen son las siguientes:
Las evidencias disponibles hasta el momento indican que el riesgo real de infectarse con el virus SARS-Cov-2 en mujeres jóvenes con diabetes tipo 1 o 2 bien controlada y sin complicaciones crónicas es similar al de las mujeres de su edad sin diabetes. Sin embargo, como se llama la atención desde GEDE, “durante la gestación existe un cierto grado de inmunosupresión y también se producen otros cambios del organismo que predisponen a sufrir infecciones respiratorias víricas”. Esto resulta de especial trascendencia, tal y como afirma la Dra. Mercedes Codina, ya que “la presencia de infecciones tiene un efecto negativo sobre el control glucémico materno (diabetes pregestacional o diabetes gestacional), pudiendo causar mayor riesgo complicaciones de la gestación”.
Otro aspecto que se deja claro en el documento aportado por GEDE es que, “por el momento, en los casos reportados la transmisión de la enfermedad de la madre al feto (vertical) no se ha confirmado (hay algún caso posible), y la frecuencia de aparición de formas de COVID-19 graves ha sido similar a la población general, que es menor que en población de mas 60 años”, afirma la Dr. María Goya.
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